«Una obra para mí»

Siempre es un placer ir al Espacio Callejón porque uno se encuentra no solo con un lugar mágico sino que allí se descubren obras realmente sorprendentes como es el caso de «Una obra para mí» de Sebastián Suñé, con dirección del autor y María Lía Bagnoli.

Fuimos invitados para cubrir la obra y hacía rato que tenía ganas de verla debido a las excelentes críticas que había leído y escuchado. Quería comprobar todos esos comentarios con mis propios ojos y puedo asegurar que comprobé que todo lo que se decía era verdad.

La obra se cuenta con dos actores en escena (Francisco Bertín y Sebastián Suñé), quienes sacan a la luz toda su formación actoral dejando al público cargado de emociones y sensaciones que van desde la risa, la angustia y el llanto hasta la reflexión. Me sentí muy identificado al verla y me encanta que haya una obra teatral con contenido LGBTIQ+ que se trate de una forma costumbrista sin prejuicios y sin buscar cuidar determinadas imágenes que vemos a diario en obras de «heterosexuales»; no es que quiera hacer una separación, solo quiero que se entienda que «Una obra para mí» está muy bien enfocada desde el amor, la pasión y sobre todo desde los vínculos y las relaciones.

Es real que la obra tiene una forma muy diferente de ser contada, expuesta y traducida para el espectador. Por momentos te lleva a sentir que estás en una obra dentro de otra, una confusión bien creada para darnos varios aspectos sobre el significado de la trama y los distintos textos.

Realmente se aprecia una adrenalina constante en lo que sucede con cada uno de los actores que están dispuestos a todo y nos deslumbran con su talento. ¿Y qué decir de la dirección? Siempre detrás de un gran actor hay grandes directorxs y eso se ve reflejado en toda la obra en la cual cada aspecto está muy bien cuidado.

Para resumir, «Una obra para mí» es magnífica, emotiva y cautivante. Es un verdadero placer sentarse en la butaca, disfrutar de dos actuaciones ejemplares y transitar la obra a través de distintas emociones. La puesta, la música, y las luces, además, son las frutillitas del postre.

Una obra tan intensa como necesaria. Date el gusto los viernes a las 22.30h en el Espacio Callejón.

Kairo Samara para Es la Cuarta Pared

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