Luego del revival “oficial” que tuvo la franquicia Dragon Ball con las exitosas “La batalla de los dioses” (2013) y “La Resurrección de Freezer” (2015) (que a su vez dieron pie a una serie nueva de casi 150 capítulos que terminó el año pasado) nos llega la vigésima película, nada menos.
Dragon Ball Super: Broly (2018) transcurre luego del final de la serie animada que también finalizo el año pasado, en donde se nos presenta como Goku y Vegeta siguen entrenando bajo la supervisión de Wiss y Beerus. Sin embargo, antes tenemos un extenso prólogo donde se nos presenta al que será el enemigo a derrotar en esta historia: Broly. Allí se nos cuenta como es que Broly, aún siendo un niño pequeño, se salva de la destrucción del planeta natal de los Saiyajins.
Luego de estos minutos de introducción, presentación y armado del nudo, la película nos tira en la cara lo que todo fan podía esperar de la película: una increíble pelea, con una animación que es simplemente espectacular.
Siendo objetivo, nadie va a buscar una trama demasiado compleja en una película de Dragon Ball, pero por lo menos hace el intento de que cada acción que pasa tenga una causa. Lo que sí entrega la cinta y con creces es lo que los fans (me incluyo) fueron a buscar: acción de la buena. Las peleas están genialmente coreografiadas y la animación es excelente, me animaría (jeh) a decir que es lo mejor que se animó de Dragon Ball hasta ahora.
Otra cosa a destacar que a mí en particular me gustó mucho, y obvio esto es a título personal, es la cantidad de guiños que hay a toda la historia de DB, a la serie y a los especiales: Recordemos que Broly es un personaje inventado por Toei para la película número once, estrenada en 1993. Al ser esta nueva entrega escrita por el autor, Akira Toriyama, vuelve al personaje “canon” dentro de la línea temporal de la historia.
A pesar de la escala de poder a la que ya llegó ya los protagonistas y los potenciales rivales, Toriyama siempre encuentra recovecos para meter chistes y situaciones potencialmente graciosas y ridículas que nos recuerdan a las mejores épocas de Goku de pequeño. Muchas veces los guiños ya pasa a ser “fan service” puro y duro, aunque particularmente del bueno.
Se agradece la apuesta de las cadenas de cines de nuestro país, y gracias a la fuerte presencia que está teniendo la animación japonesa en las salas de nuestro país, no solamente llegó la cinta con doblaje latino sino que algunas llegaron en idioma original. Como siempre, el doblaje latino es espectacular, con las inconfundibles voces de Mario Castañeda y compañía.
Entre la soberbia animación, los guiños, y el muy buen soundtrack que acompaña a la perfección momentos clave de la peli, Dragon Ball Super Broly es una cita obligada para todos los que estamos llegando a los 30 (y más) que crecimos con Goku y compañía, y para todas las nuevas generaciones. Siempre es bueno ver a nuestros personajes favoritos en la pantalla grande.
Maxi Rearte Fava para Es la Cuarta Pared
eslacuartapared.wordpress.com 